¿Hasta donde es capaz de llegar el diario La Nación en su afán de exigir represión al legitimo reclamo de los sin tierras de la ciudad de Buenos Aires?
Nada tiene que ver la crisis habitacional de la Ciudad de Buenos Aires con la recuperación de espacios abandonados por las políticas neoliberales que llevaron al cierre de estaciones ferroviarias y abandono de cientos de pueblos en el interior de la República Argentina.
Alemanía es una de las tantas estaciones de trenes abandonadas producto de estas políticas de desidia. A fines de los noventa esta estación fue cedida por la intendencia de Guachipas a un grupo de artesanos que se proponían recuperar el lugar para promocionar las artesanías locales generando una instancia productiva para sus habitantes. Esta iniciativa junto con el incremento del turismo interno lograron ubicar a este pequeño poblado como un punto turístico a medio camino entre Salta y Cafayate, sin mas apoyo que el propio esfuerzo de los habitantes de la zona. De hecho el mismo diario La Nación publicó en octubre de 2007 un video-informe destacando el valor cultural de esta iniciativa. En dicho video se ve una entrevista a Fernanda, una de la artesanas del lugar, quien estando embarazada narraba la historia del nombre de la estación del ferrocarril.
Hoy, fruto de ese embarazo, Nehuel es uno de los niños que juegan en este pequeño paraje del norte argentino mientras espera que su madre de a luz en pocas semanas a su primer hermanita. Sus padres son sindicados como delincuentes por el diario La Nación tergiversando todo una historia de esfuerzos, con el solo fin de legitimar el pedido de represión en Buenos Aires. Esta situación serìa producto de maniobras inmobiliarias llevadas adelante por el intendente de Guachipas, Enrique Cari y por el juez Pablo Farra quienes esgrimen defender los intereses de un Estado municipal que primero se ausentó de esta zona y luego abaló la iniciativa de recuperación por parte de los artesanos y productores locales. ¿que intereses ocultos llevan a criminalizar lo que antes abalaron y promovieron? Alemania no cuenta con luz, gas, ni un tendido de agua potable para sus habitantes. No hay siquiera una sala de primeros auxilios ni tampoco un destacamento policial, sin embargo el jueves 10 de marzo, siete policías de Guachipa se hicieron presentes en la Estación de Trenes recuperada, que es utilizada como Biblioteca Popular (única en la Quebrada de Alemanía), taller de artesanías y lugar de exposición y ventas para los turistas que visitan el lugar, teniendo estos acceso a un baño publico puesto en funcionamiento por los artesanos. Esa delegación policial violentó el candado de la Estación y confiscó las pertenencias de las 5 familias de artesanos, y la totalidad de los libros que conforman la biblioteca. Ademas de este desalojo, según informó el juzgado, en los proximos días se producirá tambien el desalojo del predio que ocupa la familia (que esta ubicado bajo el puente ferroviario, en un lugar que antiguamente funcionaba como zona de transito de los rebaños) dejando en la calle a la familia aun teniendo un chiquito de tres años y estando Fernanda embarazada de casi nueve meses.
No al desalojo de la Estación Recuperada
No al desalojo de la Biblioteca Popular
Defendamos la cultura
No al desalojo de familias, ni en Salta ni en la Ciudad de Buenos Aires
Tierra para el que la necesita y la trabaja
¿Por qué "La Nación criminaliza"? La nota sera desagradable (aunque parece que hace 3 años La Nación era una pinturita y reivindicaba la cultura...), ¿pero Pablo La Nación se llama el juez, Juan Manuel La Nación se llama el gobernador?
ResponderEliminarLos apoyo con el reclamo, pero este tipo de maniobras como la del título no me gustan en lo absoluto.
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ResponderEliminarEl comentario anterior no tiene firma. Quizás fue un olvido, pero corresponde firmar las opiniones.
ResponderEliminarAl contrario, estoy de acuerdo con la nota: La Nación usa explícitamente el fallo del juez salteño para criticar a la jueza porteña. Tiene posición tomada y es la de criminalizar la ocupación de espacios baldíos, cuando lo hace gente que necesita.
Si lo hubiera hecho un empresario, no serìa noticia para La Nación porque estaría dentro de la "normalidad". Cuando esa normalidad funciona, La Nación no se queja si el levantamiento de ramales ferroviarios o nuevas explotaciones agropecuarias provocan la erradicación de pobladores... que finalmente se hacinan en las villas y que si no ocupan terrenos transgrediendo la ley, jamàs tendràn vivienda digna.
Por otra parte, està muy bien la pregunta por los intereses ocultos de intendente y juez. Ademàs preguntarìa por los intereses que unen al Tribuno de Salta con La Naciòn.
Suerte con la pelea de ustedes.
eugenioperrone@yahoo.com.ar
docente